Me pregunto ¿por qué le cuesta a la gente ser amable?, pedir las cosas por favor, dar las gracias, los buenos días, hablar con educación y respeto a los demás... Parece que siempre vamos con prisas y enfadados.
Algo estamos haciendo mal, cuando no se respeta al otro, cuando sujetar la puerta para que no golpee al que viene detrás pasa a ser algo excepcional en lugar de lo usual, cuando en el transporte público nos hacemos los locos al entrar una persona que necesita sentarse, cuando el que tienes al lado no respeta al otro y pone su música a toda pastilla en el móvil y no te atreves a pedirle que la baje por si te suelta "una fresca", cuando vamos por la calle sin mirar abstraídos con el móvil y vamos arrollando a otros.
Creo que es mucho más sencillo saludar con una sonrisa, dejar salir antes de entrar, recoger lo que tu mascota deja en la calle, utilizar las papeleras... En definitiva si facilitas las cosas a los demás también lo haces para ti mismo, generando una sintonía positiva que repercute en ti.
Así pues, me declaro en huelga contra las personas grises, maleducadas, malhumoradas y tóxicas, saber que seréis ignorados en mi presencia, no sumáis, no aportáis, no me interesáis en absoluto.
Al resto les abro las puertas de mi camino rosa, de mi arcoíris particular, una ciudad friendly para nosotros.
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